El terremoto de una magnitud de 7.0 que sacudió Haití un poco antes de las 5:00 p.m. el 12 de enero del 2010, destruyó la mitad de los edificios en la capital del país, Puerto Príncipe, dejando 300 000 muertos y 3 millones de personas heridas y sin hogar.
El terremoto provocó una efusión sin precedentes de ayuda de todas partes del mundo. De acuerdo con el propósito de los Ministros Voluntarios: llevar ayuda efectiva siempre y donde sea que se necesite, los scientologists inmediatamente contrataron un avión desde Nueva York para transportar a cientos de médicos, enfermeras y técnicos de emergencias médicas a la zona de desastre. Los Ministros Voluntarios los acompañaron para dar servicios de apoyo a los equipos médicos. Uno de los primeros vuelos no gubernamentales en llegar a Haití, también llevaba suministros médicos y de higiene, alimentos, agua y ropa.
Durante las semanas siguientes, los scientologists patrocinaron cuatro vuelos más desde Nueva York, Los Ángeles y Miami para transportar personal médico adicional, suministros y equipos de apoyo de Ministros Voluntarios.
Los miembros de la Iglesia también contrataron un antiguo barco de la guardia costera para transportar cientos de toneladas de suministros médicos, equipos, vehículos, alimentos, agua y ropa. Los Ministros Voluntarios distribuyeron el cargamento a los hospitales, campamentos para personas sin hogar y orfanatos donde brindaron cuidado y ayuda a los heridos y desplazados.
Unos 350 Ministros Voluntarios sirvieron en Haití, llegando desde 22 naciones para responder al llamado de ayuda para el país. Entregaron 118 000 kilos de materiales de emergencia y suministros médicos y dieron asistencia directa a más de 600 000 haitianos con ayuda física y espiritual. Se convirtieron de inmediato en una fuerza estable no sólo para las personas de Haití, sino para otras organizaciones de respuesta al desastre y socorro que estaban sirviendo ahí.
El asistente del Jefe de Cirugía para los Esfuerzos de Rescate en Haití del Proyecto Medishare dijo: “Los Ministros Voluntarios hacían lo que les pidiéramos, sin importar lo que fuera. No hacían ninguna pregunta. Simplemente lo hacían”.
Los Ministros Voluntarios permanecen en Haití, dotando con personal un centro de Ministros Voluntarios permanente donde han entrenado a 75 000 haitianos en destrezas de mejoramiento de la vida para darles el poder para reconstruir sus vidas y su país.